En la presentación de la obra editorial “El despojo comenzó con una palabra: Mezcal”, de Eduardo Sánchez Jiménez, en representación de la Asociación Civil Maestros del Mezcal, Abel Alcántara Hidalgo se pronunció por la elaboración de una Ley de Mezcales Tradicionales de México, la restauración de las regiones productoras de agave y por políticas orientadas a rescatar el orgullo de producir el destilado que, junto con el tequila, distinguen a México en el mundo.
Durante la presentación del libro, en la que la se reconoció el crecimiento en la producción de esta bebida, autoridades y legisladores destacaron la relevancia de la obra, la cual cuestiona la noción de que el único desarrollo económico es urbano y no rural y destaca la noción de agroecología como el método productor respetuoso de lo natural y orgánico.
La obra también señala que en el pasado existió un boom mezcalero, pero con base en el mercado que benefició a las y a los productores corporativos, lo que ocasionó pérdida de especies nativas de agave, pobreza en el campo y migración.
En su momento, el autor, egresado de la Universidad Autónoma de Guerrero con doctorado en sustentabilidad por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), expuso que la obra, concebida como un homenaje a personas productoras del destilado, se concentra en la producción focalizada en la llamada tierra caliente, en específico la que comparten esta entidad, Morelos y Guerrero.
Explicó que para su elaboración se apoyó en entrevistas con personas productoras y, sobre todo, sus historias de vida. De la investigación señala como elemento esencial que esta actividad se realice por núcleos familiares en los que el trabajo solidario de todos permite mantener la producción y la tradición y se pronunció porque las políticas públicas se orienten a mantener esta forma de producción, aunque con mayor organización y orden con un enfoque de sustentabilidad.
En su momento Alma Cárdenas Marcelo, investigadora de la UAEMéx, quien apuntó que el autor proviene de una familia productora de mezcal y en 2023 fue ganador del primer lugar a la mejor investigación en Estudios Rurales, expuso que la obra editorial demuestra cómo en México persisten procesos de colonización, así como también de resistencia desde las comunidades originarias.